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Marc Riboud, Marche pour la paix, 1967 |
Para poder llegar a una
conclusión sobre si la música es capaz de influir en la sociedad de tal forma
que llegue a cambiarla, debemos en primer lugar acercarnos a una época
determinada; para ello, los años en los que se desarrolló la Guerra de Vietnam
y la relevancia y repercusión que tuvo la canción protesta en éstos, sería un
buen ejemplo.
La década de los 60 se caracterizó
por una serie de cambios que la sociedad iba exigiendo, pues como ya afirmó Bob
Dylan, “The times they are a-changin’”. La contracultura, la lucha por los
derechos civiles o el movimiento hippie, fueron claras manifestaciones de esta
nueva mentalidad.
Fue en esta época donde
artistas de la altura de Pete Seeger, Joan Baez, Bob Dylan o John Lennon
llevaron a cabo una importante actividad como defensores de este cambio.
Pete Seeger, Nueva York 1919,
fue uno de los cantantes folk más importantes y más influyentes en la historia
de este género musical. Se le considera el “padre” de Baez o Dylan, así como de
la canción protesta norteamericana del siglo XX.
Joan Chandos Baez nació en Nueva
York en 1941 y desde su juventud se implicó con la conciencia activista y con
la protesta contra la Guerra del Vietnam. Más que componer sus propias
canciones, se le conoce por poner voz a temas de Dylan o Seeger, como por
ejemplo la famosa versión de “Where have all the flowers gone?”. Lideró y
participó en gran número de manifestaciones, sin lugar a dudas fue una
revolucionaria en todos los sentidos, incluso en una ocasión llegó a cantar
frente al presidente Lyndon B. Johnson
dos temas de Dylan, “Blowin’ in the wind” y “The times they are a-changin’”,
para pedir su ayuda en la lucha por los derechos civiles y para obtener
explicaciones sobre el tema de Vietnam.[1]
Junto a ella Robert Allen Zimmerman,
más conocido como Bob Dylan, nacido en el mismo año en el estado de Minnesota,
también se involucraría desde muy joven en temas de esta índole. En 1962, con
la balada de “Emmett Til” ya lanzó sus críticas a la discriminación racial y
comenzó un nuevo camino que tendría como meta principal la Guerra de Vietnam. “Masters
of war”, “Chimes of freedom”, “Let me die in my footsteps” y muchas más canciones,
fueron auténticos “poemas” que reflejaban el odio, el sufrimiento y la ignorancia
que producía la guerra en la Norteamérica de esta década.
Como afirmó en 1962: “There’s other things in the world besides love and
sex that’re important, too. People shouldn’t turn their backs on’em just
because they ain’t pretty to look at. How is the world ever gonna get any
better if we’re afraid to look at these things?”[2] (Hay otras cosas en el mundo, aparte del amor
o el sexo, que son importantes también. La gente no debería darles la espalda
simplemente porque no son bellas de ver. ¿Cómo va este mundo a mejorar algún
día si tenemos miedo de mirar a estas cosas?)
De nuevo, al igual que en su
canción “Blowin’ in the wind” (1963), le preocupa el hecho de que la gente volviese
la espalda y cerrase los ojos ante la cruda realidad. Las canciones de Dylan
fueron, más que canciones protesta, poemas que abrían los ojos de la sociedad,
haciéndole afrontar la situación y los problemas que se les presentaba día a
día, “What comes out in my music is a
call to action” [3]
(Aquello que parte de mi música es una llamada a la acción). Era algo plasmado
en música y letras para ser difundido de los unos a los otros.
Y
cómo no, destacar al “profeta” de origen británico, John Winston Ono Lennon Stanley, cantante,
guitarrista y compositor de la banda de Liverpool “The Beatles”.
Nacido en el 40, paso su
adolescencia y primera madurez como un ídolo de masas, ya no sólo en la Gran
Bretaña de la época, sino en todo el mundo. Pese a haber conseguido el sueño de
cualquiera, en 1970 abandonó el grupo para adentrarse, de forma solitaria, en
lo más profundo de su ser. Fue desde esta época cuando Lennon dejó atrás la
fama y la gloria por la búsqueda y la consecución de la paz.
Ya en la canción “God” (1970)
canta que el sueño se ha acabado, que el anteriormente conocido “walrus”
(morsa), por aquel famoso videoclip de The
Beatles -“I am the walrus”- en el que aparecía disfrazado de morsa, se
había convertido en John. Llevó a cabo el famoso Bed in con su amada Yoko Ono en Montreal, reivindicándose contra la
cruenta Guerra de Vietnam.
En 1971 con “Imagine”, dejó al
mundo entero rendido ante palabras tan claras, directas y ciertas que fraguaron el himno que coronaría el movimiento pacifista
a lo largo de la segunda mitad del XX hasta nuestros días.
Desgraciadamente,
en 1980, “un supuesto fan” acabó con su vida disparando cuatro veces sobre su
espalda. Posteriormente se han lanzado hipótesis sobre si realmente fue un fan,
o más bien el afán del gobierno por acabar con tal ídolo social que se
inmiscuía en sus asuntos.
Podemos
ver como la vida de estos poetas, profetas o revolucionarios no ha sido siempre
la más fácil, ni siquiera la deseada. Mientras que algunos fueron el cadáver de
su propio estilo de vida, como Jim Morrison o Jimi Hendrix; otros no tuvieron
ni siquiera la oportunidad de elegir, como Lennon. Afortunadamente, ciertos como
Dylan, Joan Baez, Simon and Garfunkel, Santana, Bruce Springsteen, Roger
Waters, etc. siguen hoy día luchando por que las aguas vuelvan a su cauce y nos
concienciemos de ese mensaje de igualdad y de paz que durante tantos años,
mediante la música, han intentado conseguir.
Algunos
de los resultados son los siguientes:
-
En 1973 se firmó el alto al fuego de París. Como
consecuencia, los E.E.U.U. retiraron sus tropas de Vietnam.
-
En 1985, Rubin Hurricane fue liberado de la cárcel
gracias en parte a la larga campaña que Bob Dylan hizo con su tema “Hurricane”.
-
Hoy día vivimos en un mundo en el que cada vez más la
xenofobia y la homofobia parecen leyendas del pasado.
- En agosto de 1969 se llevó a cabo en Nueva York el festival de Woodstock. 3 days of Peace & Music. Una congregación de más de 400.000 espectadores en la que se cantó a la paz y la igualdad.
- En agosto de 1969 se llevó a cabo en Nueva York el festival de Woodstock. 3 days of Peace & Music. Una congregación de más de 400.000 espectadores en la que se cantó a la paz y la igualdad.
Y es
ahora, cuando debemos volver a la pregunta inicial: ¿Puede la música cambiar el
mundo? La respuesta que más deseo, y la que creo que es correcta, es “Sí”.
Todos
estos ejemplos dan de manifiesto el magnífico poder que puede haber dentro de
la mente del ser humano, y aún más, el poder que puede crear cuando sus sueños,
ideas y esperanzas se tejen con hilos melódicos y armónicos.
Así,
a mi parecer, queda aún una pregunta por resolver: ¿Quiénes son estas personas?
Pues
bien, estos poetas no son más que aquellos que tienen un mensaje que plasmar,
que se convierten en profetas cuando su mayor propósito es el de difundirlo, y
que finalmente se transforman en revolucionarios, pues hacen visible y real
aquello que durante tanto tiempo anhelaron.
Alejandro Gómez Villanueva
Bibliografía
y recursos electrónicos
- HAJDU, David, Positively 4th street. The lives and times of Bob
Dylan, Joan Baez, Mimi Baez Fariña & Richard Fariña. Bloomsbury
Publishing, London, 2002.
-
HEYLIN, Clinton, Bob Dylan behind the shades, Penguin Books,
London, 2001.
- PALMER, Bruce, The 25 – Year War. America’s Military Role in
Vietnam, The University Press of Kentucky, 1984.
-
SIERRA I FABRA, Jordi, John
Lennon, ABC 2003.
-
SOUNES, Howard, Down the Highway. The life of Bob Dylan. Black
Swan, London, 2002.