jueves, 3 de mayo de 2012

La enseñanza de la escritura, lectura y el cálculo en el siglo XVII

 
      Si afirmamos que ser letrado e instruido en la España de los Austrias del siglo XVII  era algo reservado exclusivamente a los hijos de aquellos profesionales vinculados con la cultura escrita, podemos sentirnos de enhorabuena porque uno de nuestros vecinos atendió a la llamada de  la necesidad de la instrucción  para uno de sus hijos.
     Se trata de Pedro Hernández, vecino de Almoxia, que en el año 1622 contrata, ante el escribano D. José Benítez, con el maestro Juan Ronzal, vecino de Málaga, la alfabetización de su hijo Juan Hernández en las destrezas de “leer, escribir  y las cinco reglas de contar que se entienden sumar, restar, multiplicar y medio partir y partir por entero”.[1]
      Narra la escritura que Juan tenía poco más de diez años cuando se trasladó a vivir a la casa del maestro como su pupilo y en condición de interno por el tiempo que se estableciera su período de instrucción; durante el cual el maestro estaba obligado a darle de comer  y cama y a cuidarlo si llegase a enfermar.
      El tal Juan Ronzal, por el contrario, se obligaba a enseñarle lo ante expresado con soltura, buen trazo y adoctrinamiento.
      Por su parte, Pedro Hernández se comprometía a pagarle al maestro 166 reales en varios plazos, pagando la mitad al contado en el momento del pupilaje y la otra mitad en dos plazos de por mitad, una en cuatro meses y otra al final del tiempo establecido.
      Pero, como todo contrato, éste implicaba el cumplimiento de lo tratado  por ambas partes, llegando a tener que demostrar el maestro que había realizado la enseñanza adecuada con las correspondientes demostraciones; porque, si llegado el caso, el hijo no tuviese dominio de lo contratado, Pedro Hernández estaba habilitado para buscar otro maestro y cargarle los perjuicios al maestro anterior por su incumplimiento.
      En definitiva, nos encontramos ante un documento original que aporta luz sobre una temática podo estudiada; sin embargo, es interesante comprobar  que los vecinos de Almoxia, ya desde el siglo XVII, se preocupaban por la formación de sus hijos.


Francisco Moreno Moreno
Ldo. Historia


[1] AHPM Leg: 1237 .Fol: 368

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